La Bodega Agostino es de 4 hermanos italo argentino canadienses que combinaron sus raíces en una armonización perfecta del número 4. Te contamos la experiencia
EL RECORRIDO DE LA BODEGA EN 4 PALOS DE NAIPES
Copas
Cuando llegamos, Nadia nos recibió con copas de vino rosé fresquito. Subimos a la terraza mirador y descubrimos las 300 has que pertenecen a Bodega Agostino.
Parrales casi centenarios, hileras eternas de espaldares, malla antigranizo, pozo de agua propio, y todo ordenado al estilo francés que en realidad era franco canadiense.
Basto
Impresionadas con los viejos troncos de esas parras, iniciamos el recorrido atravesando un jardín. El perfume de las rosas, el sonido del agua y los colores de las flores son una composición completa. Además, los sauces llorones acarician el agua que esconde peces Koi casi fluorescentes.
Antes de entrar en la bodega, nos mostraron la Casa de Campo y el Wine Hotel Casa Agostino que inauguraron el pasado Marzo.
Oro
La Casa de Campo está pensada para alquilarse completa. Tiene 3 habitaciones y los espacios como la cocina, el living y el baño son compartidos.
También está Casa Agostino, que servía de alojamiento a los hermanos propietarios cuando visitaban la bodega o cuando escapaban del frío canadiense. Ahora su casa se convirtió en un Wine Hotel de 6 habitaciones en suite.
Todo está pensado para que te sientas un bodeguero durante tu estadía. Ambas propiedades comparten piscina, quincho, metegol y bicicletas para recorrer esas 300 has de viñedos. Ya nos imaginamos alquilando la casa para las fiestas de fin de año.
Espadas
Luego entramos a donde el enólogo José – Pepe – Gómez y su equipo libra las batallas de cada cosecha; donde ocurre la alquimia que nos regala 3.000.000 de litros de vino de Finca Agostino al año.
La bodega es grande, de tono industrial, con una hermosa cava subterránea y hierros que protegen la colección personal de la familia en el subsuelo.
Una de las luchas más dignas de Bodega Agostino es la de producir vino accesible, delicioso y disfrutable para todos. Consiguen ofrecer precios sorprendentemente bajos respecto a su calidad y en comparación con su competencia.
Por ejemplo, el rosé fresquito que probamos al inicio estaba a $420 y los dos vinos que se robaron nuestros corazones en el almuerzo valían menos de $600. De hecho, su tope de gama con 24 meses en barricas de primer uso cuesta algo de $1.900.
¡Bravo Agostino! ¡Eso es honrar nuestros pagos y el vino!
Podés conocer Finca Agostino de jueves a martes. Para reservar, escribí a + 54 9 2613 03-2822 y después, nos contás qué te pareció.
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